Fumaderas y Monchis Político

Fumaderas y Monchis Político

lunes, 9 de abril de 2012

Crisis en el equipo de JVM. Se defiende metiendo gente.

Lucen tensos, cansados, enojados y fastidiados. El equipo de campaña de JVM dio muestra, hoy en la sala de prensa donde se anunciaron los cambios y nuevos integrantes, del  hartazgo generalizado que los ha apabullado, a partir de haber logrado que la noticia después de sus eventos, fuera el fracaso y la desorganización. A simple visa se ve que el equipo de campaña está integrado en una buena parte por jóvenes, empezando por el aún coordinador general Roberto Gil Zuarth. Aunque eso de coordinador quien sabe, pues ya que su jefa diga que “está trabajando en casa” es porque nomás no te quiere hacerle quedar mal.
Al ser una campaña política exitosa ninguna otra cosa más que la correcta asignación de recursos humanos, tecnológicos y económicos, podemos decir con libertad que es un buen estimador de la manera en que la candidata va a asignar el mismo tipo de recursos, aunque en mayor magnitud, el día que llegara a ser presidenta. El mensaje es claro por sí sólo, JVM no ha dado muestras de saber administrar recursos ni para su propia campaña presidencial. Ahora, anuncia con bombo y platillo cambios en su gabinete, solo haciéndome ver con mayor claridad el día en el que se volvió moda realizar cambios en el gabinete, para dar muestra de castigo ejemplar a metidas de pata fuertes, y de serias consecuencias para nuestra sociedad, con el objetivo de quedar bien ante la opinión pública. Si este oso de anunciar cambios en el equipo de campaña porque “la estábamos regando gacho”, le cuesta electoralmente o no, es una pregunta de la que no puedo dar respuesta certera, por el momento.
Parece como si el equipo se hubiese quedado sin autoridad moral, viviendo en ese tipo de situación, donde todo subordinado odia a su superior y lo siente culpable de llevar un camino erróneo. Hoy se integran figuras panistas calderonistas en un intento de poner orden a los escuincles de la campaña de Chepina. Esperemos que sea suficiente para librar el iceberg, o mejor no… siempre está bueno tener en la historia al que le siempre le va mal.